Decididamente, la sobremesa hoy está hecha de besos y de abrazos; en una travesía hacia un lugar llamado dulzura. Con los besos, los olores, los abrazos, las babas, los intercambios de calor personal, los lametones, los mocos, se amasan la madre y los niños, que quedan sabrosamente encantados de compartir los productos del cuerpo. Como todo pacto de sangre, éste del amor entre ella y los niños se cocina intercambiando al tiempo pareceres y líquidos. Amar -piensa ella- debe de ser sencillamente esto: mezclarse en el líquido del otro y diluirse en el mar templado de los besos.

Foto: Valoo_agm

Texto: "La jornada de las mujeres-árbol", Teresa Moure; Ed. Ronsel (pág. 63)

7 comentarios :

  1. Bonito texto y me esta picando el gusanillo cada vez mas por leer algo de esta autora
    Saludos

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  2. hago mías también las palabras de Maggy

    besines

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  3. que maravilla de texto..
    con tu permiso lo copio y lo guardo..
    la frase final es preciosa...
    un beso..

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  4. Discúlpame la osadía, luego traduzco, "Pensei, iso si, que estabamos feitas para non termos límites e permitin que aquela persoa, anovada e distianta a quen antes fora, fose durante ese tempo longo do amor compartido....". Pensé, eso si, que estabamos hechas para no tener límites y permití que aquella persona, renovada y distinta a quien antes fuera, fuera durante ese largo tiempo de amor compartido...(sería la traducción más o menos)"Benquerida catástrofe". Su última novela, un beso

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  5. Ay, quiero ese librooo... ;)

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  6. Dsdmona..., mi lista no decrecerá nunca a este paso!!! ^^

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  7. que belleza de texto, me apunto esta recomendación...

    Abrazos

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